domingo, 7 de marzo de 2010

Día de la Mujer trabajadora (08-Marzo-2010) - Por la Igualdad

Con motivo de la celebración del día de la mujer trabajadora y coincidiendo con la primera reunión de la comisión de seguimiento del Plan de Igualdad celebrada el pasado día 4, constatamos que frente a las políticas de conciliación pactadas y asumidas por nuestra Dirección, existen todavía muchas diferencias para considerar optima la situación, y aunque reconozcamos que algo se ha avanzado en este sentido, todavía queda bastante camino que recorrer.

Queremos poner en evidencia especialmente, por la importancia mediata que tienen, los comportamientos, pensamos individuales, de algunos responsables de Recursos Humanos de determinadas zonas, a los que parece que los compromisos adquiridos por la Dirección del Banco con las representaciones sindicales no entran en su consideración, haciendo caso omiso de ellos y con total desprecio de su contenido deniegan su aplicación en su ámbito con amenazas veladas en unos casos y directas en otros.

Parece ser que, no bastándoles someter a las mujeres, abusiva e innecesariamente en un proceso serio de selección, a preguntas relativas a su vida personal y sentimental, una vez que estas forman parte de la plantilla del banco, esos mismos responsables de RR.HH. se permiten obsequiarlas con perlas del tipo de “esperamos que ahora no te busques un novio en esta ciudad” o cosas parecidas.

Este comportamiento, además de entrometido, claramente sexista forma parte de la todavía existente discriminación hacia las mujeres en esta empresa. Y todavía peor, el hipócrita discurso en pro de la Conciliación cuando la evidencia pone de manifiesto que las mujeres con hijos a cargo son el colectivo que más dificultades tiene para un justo progreso profesional. No parece necesario recordar que en esta empresa se promociona básicamente por la disposición a una ampliación horaria sin medida y a una movilidad geográfica sin justificación racional; y es la mujer, que en su derecho, quiere dedicar parte de su tiempo en atender a sus hijos, la que más dificultades puede encontrar para iniciar esa tortuosa senda que se les exige para ascender profesionalmente.

Añadido a esto, se sigue considerando el embarazo y la existencia de hijos menores como un obstáculo a la promoción, o lo que es peor, como una decisión premeditada de la mujer de apartarse de ésta que origina, desde la oficina respectiva de RR.HH., el deseo irrefrenable de amenazar a la interfecta con una posible sustitución y consiguiente traslado de oficina. Es fácil pronosticar que quién ya de partida piensa así, a pesar de qué en los foros oficiales quiera mostrarnos una actitud racional y de acercamiento, dirige su comportamiento en sentido contrario manifestando claramente esa conducta perversa de sobras conocida en esta empresa.

Aún teniendo en cuenta la mayor incorporación de las mujeres al Banco en los últimos años, la desproporción actual sigue siendo evidente.

Se constata que hay sólo 234 mujeres en los niveles más altos, entre el I y V, mientras que son 2.506 sus compañeros varones quienes ocupan niveles similares, es decir una proporción de 1 mujer por cada 9 hombres. La diferencia es algo inferior en los niveles medios, VI a VII, 1.343 mujeres y 2.884 hombres, a razón de 3 mujeres por cada 7 hombres; y se aproxima más en los niveles bajos VIII a XI, 1.943 mujeres y 2.884 hombres, en los que la correlación es de 4 a 6. Nos resulta obligado solicitar de la Dirección una mayor sensibilidad en este sentido, con el fin de buscar una equiparación ideal entre mujeres y hombres en la plantilla en todos sus niveles.

Como vemos pues, el panorama cotidiano actual para la mujer en el Banco Popular pasa por cierto progreso en sus primeros años de actividad hasta alcanzar una categoría de nivel medio bajo, para con posterioridad hacerse difícil alcanzar una dirección de sucursal u oficina administrativa y tornarse casi imposible la promoción hacia categorías superiores.

Como siempre, desde CGT, seguiremos denunciando estas prácticas así como exigiendo a la dirección de banco, políticas más activas de igualdad y conciliación que no el mero transcurrir del tiempo para que los compañeros más antiguos vayan dejando la empresa y se vaya equiparando el porcentaje de población según el sexo. Entendemos que sería deseable que en vez de torpedear nuestra condición de padres, madres, hermanos/as, hijos/as y demás roles familiares, nos ayudará a darles contenido y a potenciarles. Con las obligaciones familiares atendidas todos y todas trabajamos más tranquilos y con mejores ratios de cantidad y calidad.

Aprovechamos para animar en su justa lucha a todas las compañeras del Banco Popular. Salud

DIA DE LA MUJER TRABAJADORA - 8 DE MARZO DE 2010