jueves, 10 de noviembre de 2011

Pulpo a la Gallega

Si admitimos pulpo, como animal de compañía, el plato principal del menú degustación del banquete de la fusión-compra, en la espera de que no sea indigesto, es Pulpo a la Gallega, y se lo están comiendo ellos solitos. Desde que se anunció la absorción-integración, sólo conocemos declaraciones de los dos primeros comensales acerca de su insuperable reparto de poder y sus cifras sobre expectativas de beneficios y sinergias. Con ello, ocupan los medios de comunicación en un incesante goteo que dura y dura como las pilas del conejito, pero en lo referente a los planes reales sobre solapamientos, movilidad geográfica y excedentes de plantilla que parece no forman parte del excluyente menú, se limitan a lo dicho “no habrá medidas traumáticas” sin explicar suficientemente ni su significado, ni lo que entienden por él, como si aún, en este importante capítulo, parecieran niños glotones con los deberes sin hacer.

Ante tanta declaración ambigua y a veces imprecisa cuando se contrasta con datos objetivos -hablan de más 380 oficinas en Galicia marca nuevo Pastor cuando en la actualidad ambas redes suman 368 y creemos que alguna estará duplicada-. Para CGT se hace necesario ya, sin más demoras, una explicación detallada sobre nuestro futuro laboral como empleados y la concreción por escrito en el correspondiente Protocolo de las medidas “no traumáticas”, pues previsiblemente la totalidad del empleo no se va a preservar. Dos más dos, nunca son cuatro en una fusión. Igualmente requerimos las precisiones oportunas sobre las prejubilaciones anunciadas que, a nuestro entender, lo deben ser mediante un acuerdo colectivo.

Mientras se deshoja la margarita de Pastor marca blanca o Pastor banco filial, -de ser lo último significaría CIF distinto, empresa distinta, e impuestos para Galicia entre otras cuestiones-, desde CGT planteamos nuestras prioridades, expuestas a la Dirección, como menú alternativo:

De entrante y ante la penuria crónica de plantilla en las sucursales, solicitamos se incremente a tres personas la plantilla mínima por sucursal y para las que en la actualidad cuentan tres aumenten a cuatro como medida efectiva para preservar el empleo.

Ante los previsibles traslados, recomendamos un primer plato que consiste en explorar la vía del mutuo acuerdo y el diálogo sobre la imposición decimonónica y su realización conforme a lo acordado en convenio colectivo y Protocolo de fusión de los bancos del Grupo.

De segundo, ante las posibles prejubilaciones, fundamentalmente reclamamos un acuerdo colectivo, transparente y basado en parámetros de edad, antigüedad y voluntariedad como vía preferente frente al espigueo unilateral de Territoriales y Regionales, donde se concrete un porcentaje entre el 85% y 100% sobre Salario Nominal Anual de Convenio más el 100% del coste del Convenio especial con la Seguridad Social a cargo de la empresa, la liquidación de haberes devengados y el PE adaptado a la primera edad de jubilación.

Como postre y en relación con el beneficio que se otorga a los accionistas del Pastor por la sobreprima pagada al valor de las acciones, una compensación similar para toda la plantilla consistente en una distribución gratuita y lineal de 100 acciones a las que se incrementarán 50 más por cada tramo de cinco años de antigüedad en las empresas, a la fecha efectiva de la fusión.

Para un segundo ágape es necesario abordar, a medida que avance la fusión, las correspondientes homologaciones de jornada y horarios, sistemas de retribución variable, Planes de Igualdad y conciliación de la vida laboral y familiar, así como un acuerdo sobre beneficios sociales extra convenio y Planes y Fondo de Pensiones.

Lo dicho, ni el pulpo a la gallega ni el resto de menús son plato único, y ni Ron ni Arias los únicos invitados. Desde aquí nos reclamamos invitados y cocineros. Salud.