domingo, 22 de agosto de 2010

Por lo civil o por lo militar (Nuevo Banco)

Avalado por el Art. 44 del Estatuto de los Trabajadores, se comprende que el BPE eche el resto para optimizar su red de sucursales, mejorar sus niveles de solvencia, obtener liquidez y reforzar su núcleo duro de accionistas. Es su tarea repetir machaconamente en las sucursales afectadas y en general, las bondades y aspectos positivos de su proyecto empresarial y el “privilegio” que supone formar parte de él. Pero, contrariamente a su pretensión inicial, a quien escucha, se le ponen los pelos como escarpias. No deja de ser chocante que se aborde una perspectiva de futuro crecimiento orgánico creando competencia con la venta de sucursales, empleados y clientes. Ya decía Bertolt Brecht que es más grave fundar un banco que robarlo.

Pero por muy legal que sea la operación, en CGT creemos firmemente que quienes deben afrontar este nuevo proyecto lo deberían hacer sin temor a que la estabilidad de sus puestos de trabajo corra ni más ni menos riesgos de los que correría de continuar su actividad en esta empresa y esto es lo que nuestra Dirección parece no acabar de comprender aún.

Aunque vienen cumpliendo las exigencias legales en materia de segregación, y que se garantiza una posible reincorporación al final del tercer año y en el transcurso del cuarto, quienes formarán la futura plantilla lo van a hacer, al menos, de dos formas diferentes. Los 463 empleados que forman parte de la red de las 123 sucursales elegidas, lo harán “manu militari”. Los 42 restantes, hasta completar un total de 505 empleados que iniciaran la andadura de la nueva entidad, lo harán voluntariamente y además con algunos incentivos. Esta última forma de trato, cuyas características vamos conociendo y que se dispensa a una minoría, es la que desde CGT se viene defendiendo para todos los afectados y que con distintos argumentos -no convincentes- nuestra Dirección viene rechazando.

En este contexto, e independientemente de lo anterior, hemos transmitido también la falta de concreción sobre algunos aspectos de las garantías ofertadas que nos presentan dudas, así como otras cuestiones deducidas del estudio de los documentos aportados, que a continuación referimos:

- La falta de seguridad en el crecimiento de la nueva entidad y de que éste no se haga con nuevas segregaciones del Popular, ya que si no hay crecimiento parece que el proyecto no sería viable.
- El posible incumplimiento de ciertas garantías establecidas en el Protocolo de Fusión.
- La necesidad de precisar los términos de los posibles reingresos al tercer año en cuanto a los aspectos de dónde y cómo se solicitan, plazos de resolución y la aplicación del retorno en el ámbito geográfico del Art. 30 de Convenio Colectivo
- Una mayor concreción del actual redactado en el compromiso de retorno en caso de rescisión de contratos anterior a los tres años de permanencia y ámbito geográfico de aplicación.
- Extensión del compromiso de retorno a los empleados BPE afectados ante el caso de cierre, venta o segregación total o parcial de sucursales a otra entidad o modificación de la participación accionarial del B. Popular en la nueva entidad.

Además, se solicitó que las garantías que finalmente se establezcan, lo sean en un documento consensuado y firmado con la representación sindical.
Desde CGT seguiremos insistiendo en que el cumplimiento de las necesidades expresadas no hará más que transmitir confianza y mayor seguridad a los afectados disminuyendo el vértigo que en tantos empleados produce el pase a su nueva situación y que para el BPE no debería representar ningún problema si realmente cree en la viabilidad de su proyecto.
Salud.