El pasado viernes fueron publicados los resultados
de los test de estrés elaborados por la consultora Oliver Wyman
con el beneplácito del FMI, Bruselas y el BCE. En ellos se establece tanto la
posibilidad de que, en un escenario adverso o improbable esta entidad
necesitase la angustiosa cifra de 3.223 millones de euros, como de que en un
escenario base o más probable generaríamos resultados de 677 millones. Estos
resultados obligan a B. Popular a presentar un plan de viabilidad creíble ante
B. de España y lograr ese capital deficitario antes de diciembre. Todo un
sudoku.
Por tal motivo desde CGT hemos solicitado una reunión urgente e
imprescindible con la alta dirección entendiendo que además,
necesariamente, ante la plantilla, se debe elaborar una más detallada
explicación de la autentica dimensión de la realidad a la que nos enfrentamos
ya que entre otros motivos nuestros clientes nos la van a demandar.
Y no es hora
de sacar pecho como chulitos de barrio a semejanza del actual gobierno, sino de
afrontar con argumentos sólidos y convincentes, de una vez por todas, ante los
primeros y más interesados en garantizar la viabilidad de esta entidad, -su
plantilla-, la razón de por qué siendo tradicionalmente rentables, entramos en
muchas operaciones inmobiliarias complicándonos el futuro. ¿Dónde están los
responsables?
Hace demasiado tiempo que muchos de ellos miran
constantemente hacia abajo demandando más y más, sometiendo hasta la
extenuación, a base de generar miedo a perder el empleo, la voluntad de un
ingente número de compañeras y compañeros con incumplimientos de horario y
faltas de respeto constatadas hacia su dignidad, y esto debe acabar.
Si son tiempos de arrimar todos el hombro y en la
misma dirección, la tiranía del látigo está más que nunca fuera de lugar.
Esperamos que un mejor trato a la plantilla forme
parte del PPAC que nuestra Dirección General con el Presidente a la cabeza debe
inexcusablemente abordar.