lunes, 24 de mayo de 2010

El cartero no siempre llama dos veces

En esta Sección Sindical hemos tenido reciente conocimiento del envío por parte de Recursos Humanos de “cartas de advertencia” a interventores y directores que tras una auditoría en sus respectivas oficinas, unilateralmente por parte de la empresa se les atribuye la comisión de multitud de incumplimientos de la normativa interna. Independientemente de la calificación que a la empresa le merecen los hechos relatados “por esta vez, sólo se les hace entrega de la (mencionada) carta de advertencia”.

Desde hace tiempo somos conscientes en CGT que, de una u otra manera, parte de la filosofía empresarial de esta casa viene determinada por la cantidad de miedo que se sea capaz de infundir a sus empleados. Ya se sabe, el miedo es libre y además guarda la viña.

CGT no cree en esta filosofía. Entendemos más bien que las relaciones entre empleado y empresa deben estar fundamentadas de un lado, en la legalidad vigente (Estatuto de los trabajadores, Convenio Colectivo, Acuerdos de empresa) y de otro, en el mutuo respeto.

Estas cartas “de advertencia” no se adaptan ni a lo uno ni a lo otro pues la Dirección nos asegura, en entrevista al efecto con esta Sección Sindical, que no suponen sanción alguna -ni tan siquiera pueden considerarse amonestación por escrito-. Aún así, no parece de recibo acusar con la pretensión de acobardar a alguien, para perdonarle la vida a renglón seguido. No es de recibo pretender como grave, la calificación de hechos que suceden en el 99,99% de las sucursales. No es de recibo para quien va a desempeñar funciones de intervención o dirección -con un nivel alto de exigencia- que se establezca como toda formación un curso de un día de duración en el mejor de los casos. Y desde luego, no es de recibo la ligereza y falta de rigor en la imputación de determinados hechos, al poderse comprobar a modo de ejemplo, que “el advertido” en fechas señaladas, se encontraba de vacaciones o ni tan siquiera estaba destinado en esa sucursal.

¿Cómo no van a sentirse agraviados y anímicamente afectados quienes reciben estas cartas? Parece lógico pensar que si las cosas no funcionan todo lo bien que cabría esperar se ponga remedio, pero culpar al empedrado no parece ser el mejor método.
Desde CGT aconsejamos a quien reciba este tipo de cartas, que a nadie gustan, se ponga en contacto con nosotros a fin de recabar mayor información inmediatamente, y dar una salida colectiva y global al asunto. Mientras tanto y siempre que esta actitud persista, nuestra recomendación pasa por atenerse escrupulosamente al estricto cumplimiento de la normativa interna y ante la más mínima duda solicitar instrucciones por escrito al departamento correspondiente, huyendo de autorizaciones telefónicas. Salud.

2 comentarios:

  1. Parece lógico pensar, que los sindicatos valen para algo, es decir, para defender a los 4.5 millones de parados que tenemos. Pero claro, hace poco salió publicado en el BOE las subvenciones que se daban a los sindicatos de turno. Espero que algún día tengáis la misma mentalidad que tienen en Francia, aparte de las subvenciones de turno del gobierno de turno. ¿por qué no luchais para que no se os de subvenciones?. Esta claro, seríais insostenible. Aprender de Francia, y antes de dar ejemplo, darlo vosotros.

    Saludos camaradas.

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  2. Camarada anónimo te has pasado, como puedes pensar que los sindicatos se venden al gobierno de turno. Por favor un poco de respeto hacia dichos estamentos. Te pongo un ejemplo muy sencillo, imaginemos que estuviera en el gobierno el PP. ¿Pensáis que dichos sindicatos no hubieran convocado una huelga general?. Pues por su puesto que si, blanco y en botella, ya sabemos de donde salen los principios de los sindicatos.

    P.D. En referencia al articulo de turno. ¿Alguien del sindicato de turno ha puesto alguna querella criminal por lo sucedido?. O mejor dicho. Por hueBos lo tendrían que hacer, pero ya sabemos.

    Vease huebo con B y no con v.

    adéu

    Viva Montilla.

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