jueves, 27 de mayo de 2010

La descalificación no es ninguna razón

Ya desde su firma, el acuerdo para la modificación de jornada y horarios en esta empresa es tema de controversia sindical y de vez en cuando sus defensores, vienen dedicándonos en algunas de sus publicaciones ciertos calificativos que tratan de desprestigiar a esta creciente organización y que venimos soportando con cierto estoicismo. Se otorgan así el don de la infalibilidad y pretenden con ello desacreditar nuestra voz crítica con sus planteamientos para avalar lo que en su día firmaron. Admitiendo de nuestra parte la controversia de sus razonamientos contra los nuestros, no seremos nosotros quienes critiquemos sus libres y soberanas decisiones, porque en definitiva seréis vosotros, nuestros compañeros y compañeras del Banco Popular, con vuestra libertad quienes juzgaréis la fuerza de la razón frente a lo que parecen pretender: la razón de la fuerza.

En CGT seguimos considerando válidos los argumentos y razones en su día expresadas para decir NO y que ante esta desalentadora desmesura verbal y escrita no podemos dejar de recordar:

Dijimos NO porque nuestros afiliados, pronunciándose en asambleas provinciales convocadas al efecto así lo decidieron. Ninguna ejecutiva sindical impuso ninguna decisión en una auténtica demostración de los principios asamblearios y de democracia directa que informan a esta organización desde su fundación en 1910 hace ahora 100 años.

Dijimos NO porque nos mantuvimos firmes desde el principio de la negociación al establecer junto con estas mismas organizaciones sindicales -que hoy nos desprestigian, evidentemente abandonando su postura- y otras que también dijeron NO, que la manera de librar los sábados era exclusivamente reubicar en horario continuado las 121 horas que suponían los 22 sábados anuales que aún trabajábamos.

Dijimos NO porque según transcurría el tiempo de la negociación, fuimos comprobando que la empresa, no pretendía la libranza de los sábados, sino la modificación y desregulación de los horarios existentes en el Convenio Colectivo.

Dijimos NO porque la flexibilidad total, proclamada en el acuerdo, sin control horario efectivo, exigida en última instancia por la empresa llevaría al personal técnico y comercial o administrativo de nuevo ingreso a jornadas -de 8 a 8- cercanas a la esclavitud, debiendo obviar diariamente su vida familiar y privada.
En definitiva, por estas y otras cuantas razones que nos veremos obligados a seguir recordando y ampliando, la CGT dijo NO considerando el acuerdo en su conjunto, como un mal negocio donde el precio pagado por amplios sectores de compañeras y compañeros, convertidos de la noche a la mañana en nuevos siervos de la gleba, no era acorde con lo que se recibía a cambio. La empresa y los compañeros saben, a pesar del mantenimiento de posturas encontradas y ridículas descalificaciones, que un acuerdo con CGT, aun siendo muy deseado, no será nunca un artículo de rebajas. Abrid los ojos.
Salud.

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