jueves, 30 de octubre de 2014

Líderes

Basados en las cartas de amonestación o despido utilizadas habitualmente por el departamento de Relaciones Laborales, imitando su proceder, y preocupados por la actual marcha del negocio, nos hemos permitido elaborar el siguiente modelo de carta que comunicaría a nuestra alta Dirección un hipotético toque de atención por el mejorable funcionamiento de nuestra entidad tanto en la cantidad de recursos humanos disponibles en Red comercial como en los medios técnicos de los que se nos está dotando últimamente.

“Desde hace algún tiempo se viene observando, con preocupación, la falta de interés que vienen ustedes mostrando en el desempeño de sus funciones, lo que ha dado lugar a que su rendimiento profesional, como Altos Directivos, se encuentre muy por debajo de lo aceptable y exigible.
Este bajo rendimiento al que se ha hecho referencia se evidencia, en la escasísima rentabilidad de sus tareas, pese a ocupar puestos de la máxima responsabilidad en la empresa.
Particularmente significativa resulta su mermada credibilidad en miras a la consecución de objetivos.
Si bien han afirmado, que los Resultados alcanzarían en 2013 los 500 millones de euros, resultaron quedarse en 325 millones, y para este 2014 teniendo una previsión de 1000 millones (1) , estamos a mitad de año en 128 millones (2) .
Pese a que en numerosas ocasiones se les ha transmitido la preocupación por su escaso rendimiento, su implicación y dedicación, lejos de mejorar, ha disminuido más si cabe.
En estas circunstancias la continuidad del vínculo laboral resulta lamentablemente dañada ... (3).”
Entendemos el delicado momento por el que pasa la banca en general, pero pensamos que la solución no está en aplicar sanciones máximas y presiones injustificadas cuando se disiente o discrepa en la aplicación generalizada del aumento de jornada, se reclaman las ventajas recogidas en el Plan de Igualdad, o se solicita un traslado por cuestiones familiares. Tampoco pasan las soluciones por poner la
zanahoria tan alejada que sólo será alcanzada por una ínfima parte de la plantilla.
La situación actual requiere sobre todo de comprensión, serenidad y sensatez, la presión debe bajar para no caer en errores del pasado, ello, sin duda, aportará en el medio plazo un mayor rendimiento, y un mayor bienestar en la plantilla, redundando en una mejor atención al cliente, objetivo que hemos oído tanto en los discursos del Presidente como del Consejero Delegado.
Esperamos no ver más cartas del ejemplo descrito, promovidas por los nervios de algunos directivos que parecen querer disimular más su falta de competencia, que aceptar que la vida es algo más que calentar una silla.
Salud.

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