martes, 20 de marzo de 2012

CCOO Y UGT firman su rendición ante la AEB, a costa de todos nosotros

Se confirmó lo anunciado. CCOO y UGT, con la oposición del resto de sindicatos de la Mesa Negociadora, han firmado con la patronal AEB el XXII Convenio Colectivo para la Banca Privada. Un Convenio que, como ya analizábamos en nuestro comunicado del pasado día 1 de Marzo, empobrece los salarios de los trabajadores y trabajadoras de Banca, congelándolos por dos años, y con incrementos casi simbólicos para los otros dos. Por si fuera poco, este Convenio asegura pérdidas salariales para el futuro, al eliminar la referencia del IPC y las cláusulas de revisión salarial, mientras legitima las arbitrariedades de las retribuciones variables.

El Convenio firmado también estrangula los derechos de los y las que trabajamos en el Sector, dejando la vía libre para que nuestras condiciones de trabajo se flexibilicen al arbitrio y voluntad de las empresas, en línea con la desregulación de la jornada de trabajo que los mismos “agentes sociales” han firmado banco a banco. Han acabado de esta forma con la jornada unitaria de 8 a 3, que hasta ahora era uno de los pilares básicos del Convenio. Además, se hace una gran concesión, permitiendo la modificación de los complementos de pensiones (art. 36 del Convenio). Por otra parte, se pone en grave riesgo el futuro de nuestros puestos de trabajo, amenazados ante futuras operaciones de reordenamiento bancario, con fusiones y absorciones y dejándolos a la voluntad de los bancos

En definitiva, la AEB consigue el Convenio con el que soñaba. Un Convenio muy en línea con el llamado “II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva 2012, 2013 y 2014”, firmado el pasado mes de enero por CEOE, CEPYME, CCOO y UGT, y que en su día calificábamos como éticamente repugnante, ya que impone a los trabajadores, mediante los convenios colectivos, sacrificios salariales, flexibilidad y explotación (productividad), y anula o dificulta hipotéticas pretensiones de mantener los derechos laborales, conservar la capacidad adquisitiva de los salarios y vivir con dignidad. En ésa línea, el Convenio de Banca supone una pesada hipoteca, porque hará poco menos que imposible cualquier reivindicación laboral en el futuro.

Los dirigentes de las federaciones de banca de CCOO y UGT, habrán de explicarnos a tod@s, y también a su propia afiliación, por qué han avalado con su firma un convenio de sacrificios para los y las que trabajamos en banca. Por qué han hecho este regalo, precisamente a una patronal que es la principal causante de la crisis, de unos sacrificios salariales que contrastan con unos obscenos beneficios de los bancos, a costa de las condiciones de vida de la población, mientras mantienen estrangulada la economía productiva con el cierre del flujo del crédito. Y todo ello bajo la dirección de unos ejecutivos cuyos sueldos personales se calculan en millones de euros al año.

El nuevo convenio de banca es especialmente dañino ante la entrada en vigor (si no le ponemos remedio) de la nueva Reforma Laboral. Ésta convierte al Estatuto de los Trabajadores directamente en el “estatuto de los empresarios”, que incluso se van a poder “descolgar” de este acuerdo infame, el nuevo Convenio de Banca, prácticamente a su antojo. Sólo se puede explicar la conducta de los dirigentes de CCOO y UGT, en el sector de banca, como un intento desesperado de recomponer su añorada “concertación social”, que la crisis ha dinamitado, al precio que sea. La sumisión de que hacen gala no debería de extrañar a nadie, pero esta vez su docilidad ha resultado mucho más perniciosa, en el contexto de la reforma laboral y de los gravísimos recortes antisociales.

CGT hemos convocado a los y las trabajadoras a la Huelga General, el próximo día 29 de marzo, contra la Reforma Laboral, pero también contra el “pacto social”, y el nuevo Convenio de banca es un buen ejemplo de ése “pacto”. Ante lo que está sucediendo, si queremos tener un futuro con derechos, estamos destinados a defenderlos, uno a uno, sin esperar nada de nadie, confiando solo en nuestras propias fuerzas. Por supuesto, sin esperar nada de los explotadores, pero tampoco de los títeres sindicales que les facilitan el expolio. No olvidemos la consigna “Si nadie trabaja por ti, que nadie decida por ti”.

El día 29 hagamos nuestras las propuestas de la CGT, y vayamos a la Huelga General por nuestros derechos, y por el futuro de una juventud que está esclavizada por el paro y la precariedad. La Huelga General del próximo día 29 no ha de ser un fin en sí mismo, sino un paso más, un instrumento de lucha, un grito contra la reforma laboral y los pactos antisociales, como el Convenio de Banca.

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