jueves, 11 de junio de 2015

Un convenio por delante.

La AEB, siguiendo los principios de CEOE y ante la expectativa de un posible pacto con Gobierno y Sindicatos “institucionales” que fije un marco de incremento salarial por una parte y por otra, con la excusa de una hipotética “modernización” de las plantillas, pretende la creación de nuevos niveles profesionales, de rango inferior, en los que operaría una flexibilidad funcional sin apenas límite y una mayor movilidad. Es decir, un nuevo cuento con el que conseguir mayor productividad a menor coste, en menoscabo de los ya denostados y atacados derechos laborales.
Es evidente que disfrutan con nuestro sufrimiento y nos vuelven a confundir con idiotas. De prosperar estas propuestas de la AEB, los actuales empleos estarían en grave peligro, toda vez que las nuevas contrataciones podrían efectuar esos mismos trabajos por menor salario.
Aunque todos reivindicamos la importancia de la Negociación Colectiva, no significa lo mismo para todos los sindicatos. La congelación salarial del anterior convenio nos la justificaron en base a hacer un sacrificio para no destruir empleo, pero el número de personas que hoy trabajamos en Banca es drásticamente menor.
En contraposición, la Banca española ha vuelto por segundo año consecutivo a obtener cifras de beneficios positivas. El ratio de eficiencia de la Banca española también ha mejorado, siendo la productividad de los empleados bancarios españoles de las más elevadas de Europa. Y es que la media de la banca española mejora en 10 puntos la media de la banca de la UE.
Esta enorme distancia no es otra cosa que la desproporción de plantilla existente, para perjuicio del empleo y de la vida laboral en España. Eso sí, los directivos y ejecutivos españoles están “en línea” con la U.E.
Para CGT este es el reto de la negociación colectiva de banca en 2015: se hace necesario acordar la redistribución de esos resultados en el texto del nuevo Convenio Colectivo, y ello pasa por movilizar a los delegados sindicales elegidos en las recientes elecciones. Activarlos para trasladar a la Sociedad que las empresas bancarias y financieras no sólo atentan contra la ciudadanía en demasiadas ocasiones, sino que también, a sus propios empleados y empleadas, nos tratan con desprecio. Hay que poner en evidencia que lo que hacen en el seno de las empresas no es lo mismo que lo que dicen en los medios de comunicación.
La AEB actúa contra el empleo en el sector, y actúa contra la retribución fija y la dignidad de los salarios. La negociación colectiva debe servir para la redistribución de los beneficios y productividad generados con nuestro esfuerzo y trabajo.
Las prácticas del “convenio trueque”, de intercambio de alguna mejora por la pérdida de importantes derechos es un enorme error. Quitar a unos para dar migajas a otros sólo lleva, a la larga, a la frustración y la sensación de abandono de algún colectivo.
Para que la mesa de negociación tenga precisamente valor de negociación, va a ser necesario no sólo buenas intenciones por parte de la representación de los trabajadores, sino dar batalla para poner sobre la mesa unas
reivindicaciones justas y naturales: la redistribución de los beneficios y de la productividad generada.

Eso sí es NEGOCIAR

Salud.

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